Derecho de labor de parto y nacimiento
La regla más básica de cualquier cuidado médico es que el paciente tiene el absoluto derecho de ser informado sobre el tratamiento propuesto antes de acceder a él; esto se conoce como “Consentimiento Informado”. Su médico debe explicarle el procedimiento planificado en palabras que una persona que no está familiarizada con términos médicos pueda comprender, y explicar los riesgos así como cualquier alternativa. Debe discutir con usted sobre los medicamentos, sus riesgos y beneficios; también debe compartir información sobre el efecto de las drogas o tratamiento en el bebé. El médico no puede ocultar información porque eso podría asustarla o incomodarla. Una vez su médico haya compartido toda esta información con usted, usted tiene el derecho de aceptar o rechazar el tratamiento.
En caso de que la paciente no esté interesada en el consentimiento informado, muchos médicos prefieren no ofrecerles sus servicios ya que la paciente corre el riesgo de no comprender en su totalidad el procedimiento o el cuidado que involucra, cualquier efecto secundario posible o cualquier riesgo del procedimiento. Probablemente terminará insatisfecha con el cuidado médico. En la práctica muchos médicos no se atienen a las reglas de consentimiento informado. Raramente se toman el tiempo de explicar los beneficios y riesgos de una canalización intravenosa y los posibles efectos secundarios de las drogas administradas durante la aplicación de una epidural o explicar todos los riesgos asociados con una cesárea. Con frecuencia se asume que las pacientes ya tienen la información básica sobre los tratamientos. ¡Si necesita más información debe siempre pedirla¡
Los Hospitales y Centros de Nacimiento han establecido políticas a las cuales la futura madre no se puede negar. Si usted no cumple con las políticas y procedimientos, el hospital o doctor puede negarse a atenderla. Conozca de antemano cuáles son los procedimientos estándares del hospital y de su doctor. Si hay algo con lo que no está de acuerdo, discútalo con su médico de antemano. Muchas de sus preocupaciones pueden ser arregladas.
Escuche con atención los tratamientos que su médico le sugiere y haga cuantas preguntas pueda para comprender el procedimiento, riesgos y beneficios antes de tomar la decisión de aceptar o rechazar. Puede que su médico le informe de otras opciones aunque él o ella no las recomiende. Siempre pregunte qué le recomienda en su situación. No tema buscar una segunda opinión, usted tiene el absoluto derecho de buscarla en cualquier momento.
Siempre puede cambiar de parecer sobre el tratamiento que aceptó. Puede retirar su consentimiento a un tratamiento en cualquier momento, excepto cuando es medicamente necesario para continuar (por ejemplo, en medio de una cesárea no puede retirar su consentimiento ya que pondría en peligro su vida y la de su hijo). De igual manera, puede cambiar de parecer y aceptar recibir cuidados que antes había rechazado. También tiene la opción de buscar otros médicos en cualquier momento, aún durante la labor de parto, si así lo desea.
En cuanto a buscar y elegir las instalaciones donde dará a luz, ya sea un hospital o un centro de nacimiento, puede ser aquella que más le guste, pero debe tener en cuenta que su médico tendrá una lista limitada de centros u hospitales en los que puede atender. También tiene el derecho de elegir tener a su bebé en casa, pero, una vez más, su médico tiene el derecho de decidir no atenderla (y su seguro puede cubrir sólo ciertas instalaciones y médicos). Discuta estas opciones con su doctor o partera de antemano y encuentre un médico que vaya donde sea que usted desee.