Evitar preeclampsia en el embarazo
La hipertensión durante el embarazo es un síntoma de alarma para madres que están a la espera de sus hijos y con justa razón. Aunque no es demasiado alta la población afectada por una preeclampsia durante el embarazo, si es lo suficientemente considerable para ser tenida en cuenta sobre todo para tomar medidas preventivas tanto para la vida de la madre como para la vida del bebé que viene en camino.
La alta presión arterial durante el embarazo así como afecciones renales que conllevan a retención de líquido son algunos de los bombillos que pueden ayudarnos a estar alertas en etapas avanzadas de la gestación, sin embargo podemos adelantarnos a estas afecciones con hábitos muy sencillos que se pueden tener en cuenta desde etapas tempranas del embarazo haciéndolo más seguro y reduciendo de forma considerable el riesgo de esta fatídica patología que puede costar la vida tanto a la criatura como a la madre.
Factores de preeclampsia
Algunos de los factores que pueden significar riesgo de preeclampsia son por ejemplo: ser madre primeriza, la predisposición a problemas circulatorios y vasculares, embarazos donde están gestándose gemelos o más embriones, sobrepeso u obesidad, embarazos a edad mayor a 35 años, personas diabéticas, hipertensas o con deficiencias renales. Entre estos grupos se concentra el mayor riesgo de sufrir un episodio de preeclampsia y por ende si una mujer en estado de gravidez tiene alguna de estas predisposiciones, es conveniente elevar los cuidados desde el mismo día en que se detecta un embarazo. Y si el medico lo considera conveniente entonces declararlo un embarazo de alto riesgo.
Mientras tanto algunos de los cuidados que se pueden tener personalmente no son necesariamente tratamientos médicos como podremos notar.
Por ejemplo para la mujer en embarazo es fundamental evitar el estrés, ya que puede afectar el sistema nervioso y circulatorio si se está con frecuencia expuesta a situaciones álgidas.
Mantener una ingesta constante de antioxidantes como las vitaminas C y E además de ácido fólico. Estos antioxidantes eliminan radicales libres y toxinas dentro del organismo que afectan la sangre, reduciendo de forma significativa los riesgos de afecciones circulatorias y protegiendo al feto de agentes dañinos externos y malformaciones.
El consumo de alimentos ricos en Omega 3 y ácidos grasos esenciales, los cuales cumplen una función clave en el revestimiento y protección de las paredes interiores de los vasos sanguíneos y contribuyen a la elasticidad de las venas en el organismo.
El cuidar un peso adecuado favorece mucho a una madre en estado de embarazo. Dado que la obesidad propicia alteraciones al metabolismo que devienen en Hipertensión arterial, cuidarse de este factor de riesgo es fundamental, no es solo una cuestión de estética sino también de cuidado de ambas vidas.
Evitar el fumar y procurar ambientes libres de tabaco reduce el riesgo de alta tensión arterial, además el tabaco afecta la circulación al deteriorar los vasos sanguíneos.
Cuidar el consumo diario de calcio también fortalecerá a la madre durante la gestación ya que de por sí solo los niveles de calcio en el cuerpo disminuyen durante el periodo de embarazo.