Vitaminas para un embarazo sano
Debido a todos los cambios fisiológicos que se generan en el cuerpo de una mujer en estado, estimulados principalmente por las hormonas del embarazo, el organismo requiere de un nivel un poco más alto de nutrientes, vitaminas y minerales para que el bebé pueda desarrollarse y crecer correctamente. Resulta importante obtener todos esos nutrientes a través de la dieta, sin embargo, existen algunos cuyos requerimientos superan las cantidades que puedan encontrarse en los alimentos y es por ello que los médicos recetan los suplementos vitamínicos. A continuación te mencionamos cuales son las vitaminas para un embarazo sano:
- Ácido fólico: Este compuesto, antes llamado vitamina B9, pertenece al complejo B y es una vitamina esencial para la formación de glóbulos rojos, de ADN y prevención de la anemia. Durante el embarazo es de extrema importancia su consumo ya que múltiples estudios han demostrado la influencia del ácido fólico en la prevención de deformaciones en el feto, específicamente aquellas que se producen por un mal cierre del tubo neural (estructura embriológica de la cual se forma el sistema nervioso del bebé), dichas deformaciones son conocidas como anencefalia y espina bífida. Los expertos recomiendan que toda mujer en edad fértil debe iniciar el consumo de ácido fólico, si planea un embarazo puede iniciar su consumo desde que empieza el proceso de buscar quedar embarazada, o en última instancia desde el diagnóstico del embarazo. El ácido fólico es de vital importancia para prevenir la aparición de deformaciones, especialmente durante los primeros tres meses de gestación. El requerimiento diario de ácido fólico (obtenido por suplementos) es de un aproximado mínimo 600 microgramos. Ciertos alimentos son ricos poseedores de esta vitamina, tales como: carnes, hígado, verduras de hoja verde (espinacas, espárragos, lechuga), arroz, maíz, trigo, papas, entre otros. Un déficit de ácido fólico puede repercutir en la vida de la futura madre produciendo distintos tipos de anemia y alteraciones digestivas.
- Vitamina B12: Es otra vitamina perteneciente al complejo B, se encarga de intervenir en múltiples procesos metabólicos y ayuda a mantener al sistema nervioso central. Su ingesta diaria debe ser de 2.6 microgramos en las mujeres embarazadas. Esta importante vitamina se encuentra en alimentos como los mariscos, hígado y carne de res, huevos, leche, pescados, cereales de desayuno.
- Vitamina D: Esta vitamina es muy importante ya que interviene en la absorción de calcio. El organismo produce vitamina D cuando se expone a la luz del sol, de allí radica la importancia de tomar el sol diariamente por periodos prudentes. No existen tantos alimentos ricos en vitamina D a menos que estén fortificados. De forma natural podemos encontrar esta vitamina en alimentos como atún, salmón, caballa, hígado de res, queso, yemas de huevos y champiñones. Por lo general la leche comercial viene fortificada con vitamina D. Su déficit puede producir raquitismo en niños, y osteoporosis en adultos, por lo cual resulta de mucha importancia exponerse de 10 a 15 minutos diarios ante los rayos del sol.
- Vitamina C: Este nutriente es de suma importancia ya que cumple múltiples funciones metabólicas. Interviene en la producción de una proteína encargada de producir y mantener la piel, tendones, vasos sanguíneos y ligamentos. También se encarga de influenciar el crecimiento y la reparación de los tejidos. Además de esto, es un importante antioxidante necesario para proteger al organismo de los radicales libres. Lamentablemente el organismo no es capaz de producir ni almacenar esta importante vitamina, por lo cual es esencial consumir alimentos ricos en vitamina C. Frutas como el limón, toronja, melón, parchita, kiwi, mango, piña y vegetales como el brócoli, coliflor, espinaca, pimentón, repollo, papa y tomates son excelentes fuentes de vitamina C. El requerimiento diario para una mujer embarazada de vitamina C es de 85 mg.
- Vitamina A: Esta vitamina se encarga de intervenir en la formación y mantenimiento de los dientes, tejidos muscular y piel. Es facil encontrarla en alimentos como la carne, huevos, leche, hígado y aceite de hígado de bacalao. Los carotenoides son compuestos que una vez ingeridos pueden transformarse en vitamina A, el betacaroteno pertenece a este grupo, importante antioxidante que se encuentra en las zanahorias, calabaza, melón, fresas, brócoli, espinacas y demás verduras de hoja verde.