Desarrollando el Cerebro del Bebé desde la Concepción
Iniciando desde el momento de la concepción, el cerebro de un niño está conectado por su entorno, el cual incluye los pensamientos, actitudes o comportamientos de sus padres. La interacción con el medio que le rodea no es sólo un aspecto del desarrollo del cerebro, como se ha pensado. De hecho, es un requisito absoluto, involucrarse en el proceso desde los primeros días en el vientre.
La noción de que los genes lo determinan casi todo es incorrecta. Cada una de las primeras experiencias de un niño, ya sean biológicas o fisiológicas, literalmente formarán al cerebro. Esta sorprendente conclusión da lugar a nuevas responsabilidades para los padres, pero también les da una nueva oportunidad extraordinaria para influenciar el desarrollo del niño para mejor.
Desde el viaje por el canal de parto hasta las tardes en el parque, un niño registrará cada experiencia en el circuito de su cerebro. Cada vez que una madre acaricia a su bebé, cada vez que un padre juega con su hija o hijo, son actos fisiológicos que son convertidos instantáneamente a un proceso neuro-hormonal que transforma el cuerpo y conecta el cerebro del niño.
Cada vez que un niño es traumatizado o abusado, la integridad del circuito de su cerebro se ve amenazada, si el trauma es suficientemente fuerte, la arquitectura del cerebro estará dañada permanentemente. Todo lo que la mujer embarazada siente y piensa es comunicado a través de las neuro-hormonas al feto, al igual que el alcohol y la nicotina. Al igual que un virus informático corrompe poco a poco el software de cualquier sistema que infecta. La ansiedad materna, depresión o estrés altera la inteligencia y personalidad. Además, la nueva ciencia del cerebro prueba que la emoción humana y el sentido del “yo” no se originan en el primer año luego del nacimiento, como comúnmente se ha creído, sino que se origina más temprano en el vientre.
Cuando este concepto fue sugerido hace 2 décadas, muchos científicos estaban escépticos. Sin embargo, en los últimos 10 años, docenas de líneas de evidencias han validado las ideas originales del Dr. Verny: que las mujeres embarazadas y los fetos pueden sentir los sentimientos y pensamientos de cada uno, que sí hay diferencia en ser concebido por amor, de prisa, con odio o si una madre desea estar embarazada, que los padres son mejores cuando viven en un entorno calmo y estable, libre de adicciones y apoyado por familiares y amigos.