Alteraciones en el cordón umbilical
El cordón umbilical es el nexo que comunica al bebé con la placenta aportandole el alimento y oxigeno necesarios para un buen desarrollo del feto, eliminando sustancias tóxicas que éste debe separar de su cuerpo.
Ya hemos visto una de las alteraciones más comunes que pueden ocurrir con el cordón umbilical que es la circular de cordón, veremos a continuación otros problemas que pueden presentarse:
Ausencia de una arteria: Una de las alteraciones que pueden darse en el cordón umbilical es la ausencia de una de las arterias, teniendo en cuenta que el cordón se encuentra formado por tres vasos, dos arterias y una vena. Este tipo de problema tiene una incidencia de 0,8% en los embarazos únicos y un 5% en los múltiples. La ausencia de una arteria está íntimamente ligada a los casos en que el bebé presenta alteraciones en el crecimiento, malformaciones renales o cardíacas y partos prematuros.
Alteraciones en la longitud del cordón: Generalmente la longitud promedio del cordón umbilical es de 50 a 55 centímetros, esto permite el nacimiento vía vaginal. Sin embargo puede darse el caso que el cordón se muy corto impidiendo muchas veces que el bebé pueda colocarse en posición normal para el parto, causando además una hernia umbilical por la constante tracción que se provoca. En estos caso se procederá a realizar un cesárea. A su vez, cuando el cordón es muy largo puede causar el enrollamiento de éste alrededor del cuerpo o cuello del bebé.
Nudos del cordón umbilical: Estos nudos se producen debido a múltiples movimientos del bebé, la incidencia es muy baja menos del 1% del total de nacimientos, pero de ocurrir puede derivar en diversas complicaciones, ya que si ese nudo se ajusta impedirá el flujo de sangre a través del cordón, con riesgos graves para el bebé. Es difícil de ser de diagnosticado durante el embarazo y suele detectarse durante el trabajo de parto, por la disminución de los latidos cardíacos.
Prolapso del cordón umbilical: Esto ocurre cuando el cordón sale primero que el bebé por el canal del parto, causando la compresión del cordón y limitando el aporte de oxigeno y sangre, provocando la disminución de la frecuencia cardíacas. Puede normalizarse a través del suministro de fluidos y oxigeno, aunque por lo general se opta por realizar una cesárea. Es un tipo de complicación extremadamente rara, ya que puede ocurrir una vez por cada mil partos.